Pasear por el casco histórico estos días es hacerlo por una galería de arte urbano al aire libre. Y es que desde ayer y hasta el 21 de septiembre, una semana más de celebración respecto a año anteriores, 18 artistas urbanos asaltarán las paredes de la capital aragonesa para decorarlas de imponentes murales llenos de color. Y serán las calles de Zaragoza porque este año los grafitis cruzan las fronteras del casco histórico para expandirse por los barrios de San José y de Torrero, donde se desarrollarán hasta seis intervenciones artísticas.
Esta es la novena edición del festival Asalto, el festival internacional de arte urbano, que desde el año 2005 inunda anualmente las calles de Zaragoza con propuestas artísticas de vanguardia y participativas que son desarrolladas in situ por artistas y colectivos locales, nacionales e internacionales. Este año se darán cita artistas franceses, griegos, italianos, españoles y locales que participarán de forma individual y colectiva en 12 intervenciones artísticas.
Este año, por primera vez, Asalto hace un hueco a la música con pequeños conciertos acústicos y una Block Party, que se celebrará el 20 de septiembre con la colaboración del festival Magma. Sheriff actuará el sábado, 13, y Peabodys el jueves, 18. Todo ello tendrá lugar en el solar de la calle de las Armas, que será epicentro del festival.
A esto hay que añadir los talleres en los que podrán participar todos aquellos que lo deseen. La primera semana del Asalto está destinada al taller de construcción del Headquarter que consiste en la creación de elementos que van a servir para dar sombra y para sentarse en el solar de las Armas y que se quedarán en el espacio «para futuras actividades que pueda tener el barrio o para que entidades del barrio puedan utilizarlos», explicó ayer Alfredo Martínez, miembro de la organización del festival.
Además, el segundo fin de semana, Asalto acogerá la primera feria, a nivel nacional, de artistas urbanos. «Hemos invitado a una selección de pequeñas galerías y colectivos especializados en arte urbano para mostrar la cara b», aseguró Martínez. Así, los artistas que desarollan obra gráfica podrán venderla en este espacio.
INTERVENCIÓN PÚBLICA «Año a año intentamos buscar nuevas fórmulas, haciendo una lectura de lo que a nivel de intervención de espacio público nos gusta y podemos hacer en Zaragoza», declaró Martínez. Y muestra de ello es que «año a año notamos que va aumentando en aceptación, en seguimiento, en participación».
El festival se sostiene por la inversión de 70.000 euros del Ayuntamiento de Zaragoza y de 10.000 euros del PICH. Desde el consistorio, Jerónimo Blasco, consejero de Cultura, afirmó «que lo que nació como una iniciativa puntual para que los grafitis no fueran un elemento negativo sino positivo para la ciudad, se ha consolidado». De hecho, según asegura Blasco, 57 murales siguen vivos y ya forman parte del paisaje urbano de la ciudad.
APLICACIONES TURÍSTICAS Por ello, el PICH se ha querido sumar este arte urbano a los circuitos turísticos de la ciudad mediante la creación de un mapa disponible en cualquier oficina de turismo con una ruta de los murales que se han realizado durante estos nueve años.
Para abrir el festival a la tecnología, el Instituto Universitario de Ingeniería de Aragón ha desarrollado una aplicación gratuita para Android con la que se podrán visualizar y recuperar los grafitis que por su deterioro ya no están en el sitio en el que se ubicaron a través de unas opciones que incluyen audio, video y elementos multimedia. Para Carlos Orrite, uno de los responsables, es una forma de «acercar la investigación al ciudadano y dotar al creativo de herramientas audiovisuales que permiten aumentar sus posibilidades creativas».